El camino de Juan Diego García en los Juegos Paralímpicos de París 2024 fue una verdadera montaña rusa de emociones, donde el taekwondoín mexicano demostró su fortaleza tanto física como mental. A pesar de haber llegado a París como el campeón defensor, tras obtener el oro en Tokio 2020, su participación en esta edición fue más desafiante debido a una lesión que lo mantuvo fuera de competencias importantes durante el último año.
Aun así, García no se rindió y logró cerrar su actuación con una medalla de bronce que le supo a oro.
Comienzo prometedor: Victoria en el primer combate
La participación de García en París 2024 inició con una clara victoria en su primer combate. El mexicano se enfrentó al representante de Papúa Nueva Guinea, Herea Loi, a quien derrotó con un contundente marcador de 19-0. Fue una muestra del gran nivel y experiencia que Juan Diego ha acumulado a lo largo de los años, pero también un recordatorio de que su recuperación estaba en marcha tras la lesión que lo había mantenido inactivo por meses. El triunfo lo colocaba en los cuartos de final, donde esperaba medirse con rivales más desafiantes.
Un duro golpe: La derrota ante Alikulov
En los cuartos de final, Juan Diego García se enfrentó al uzbeco Javokhir Alikulov, en lo que sería uno de los combates más difíciles de su carrera reciente. García mantuvo una pelea muy cerrada, intercambiando golpes y puntos con su oponente. Sin embargo, en los momentos cruciales, Alikulov logró imponerse por un ajustado 5-4, eliminando así al mexicano de la contienda por la medalla de oro.
Esta derrota fue un golpe duro para García, quien había llegado a París con la ilusión de defender su título paralímpico. Pero lejos de rendirse, el mexicano sabía que aún tenía una oportunidad: el repechaje, donde podría luchar por el bronce. Con su característico espíritu de lucha, Juan Diego se preparó mental y físicamente para su próximo combate.
El repechaje: Superando al cubano Michel Suárez
El camino hacia el bronce comenzaba con un combate crucial en el repechaje ante el cubano Michel Suárez. Ambos atletas sabían que esta pelea definía quién tendría la oportunidad de subir al podio. García salió decidido y, a pesar del desgaste físico acumulado, logró imponer su técnica y experiencia para vencer a Suárez con un marcador de 17-10. Este triunfo le permitió avanzar al combate final por la medalla de bronce, donde lo esperaba el japonés Shunsuke Kudo.
El combate por el bronce: Triunfo estratégico y emocional
El enfrentamiento contra Kudo fue una batalla muy pareja desde el inicio. Ambos taekwondoínes mostraron su mejor nivel, con una estrategia clara de mantener el control y no ceder puntos fácilmente. El marcador se mantuvo empatado 3-3 durante gran parte del combate, lo que generó una tensión palpable en el tatami. Con solo 45 segundos restantes, la entrenadora de García, Jannet Alegría, pidió una pausa táctica que resultó decisiva.
Juan Diego regresó al combate con determinación y en los últimos siete segundos, conectó una patada al peto del japonés, sumando dos puntos que le dieron la victoria final por 5-3 y con ello, la medalla de bronce.
Una medalla con sabor a oro
Aunque García no pudo repetir el oro de Tokio 2020, la medalla de bronce en París 2024 fue para él un triunfo enorme, dadas las circunstancias de su recuperación tras la lesión. “Este bronce me sabe a oro”, comentó el mexicano al finalizar la competencia. El triunfo no solo fue una reivindicación personal, sino también un regalo especial para su entrenadora Jannet Alegría, quien celebraba su cumpleaños ese día. “No quería dejarla sin regalo, así que me aferré a esta medalla”, confesó emocionado.
Un ciclo marcado por la resiliencia
El camino de Juan Diego García en París 2024 fue un reflejo de su resiliencia y perseverancia. A pesar de las adversidades, como la lesión que lo dejó fuera del Mundial de Veracruz y los Juegos ParaPanamericanos de Santiago 2023, García demostró que sigue siendo uno de los mejores taekwondoínes del mundo. Su medalla de bronce es un testimonio de su capacidad para superar obstáculos y de su inquebrantable espíritu de lucha. París 2024 será recordado como un capítulo más en la historia de éxitos de este gran atleta mexicano, que seguramente buscará volver a lo más alto del podio en futuras competencias.